Siento que es algo muy personal esto pero es un paso importante para mi, así que aquí os dejo mi historia.
Nueva vida
Tan solo habían pasado unos minutos y ya sentía en su
cuerpo la soledad de aquel instante. A cada paso que daba se notaba
más lejana de sí misma. Había dejado absolutamente todo, tanto su
familia como su vida, con la esperanza de encontrar una nueva y mejor
vida detrás de la frontera. Tenía que ser mejor que todo aquel
sufrimiento que había aguantado durante todos los años que vivió
en esa casa.
Mientras andaba por aquel sendero, que parecía llevar a
ninguna parte, pensaba en todo lo pasado y recordaba por qué se
aventuraba a aquel viaje tan peligroso que no parecía tener fin.
Recordaba cómo había pasado los primeros años de su
vida, por lo menos los que podía recordar. Desde los cuatro años
había estado trabajando para poder llevar comida al resto de sus
hermanos. Era difícil la vida para una familia numerosa y más aun
cuando sólo estaba la madre. Su padre les había abandonado cuando
nació ella, según su madre porque tuvo que viajar a ayudar a su
familia. Años después descubriría que su padre les abandonó
porque había encontrado a otra mujer. Así que tuvo que empezar a
trabajar pronto para poder alimentar a sus otros cinco hermanos. La
vida era muy cara por aquel entonces y sólo podía trabajar en el
campo para ayudarles.
Cuando tenía dos años su madre conoció a otro hombre
que se fue a vivir con ellos y ayudarles un poco con la casa. Durante
el primer año la vida fue muy buena, su madre se volvió a quedar
embarazada, este ya sería su sexto hijo. Al nacer el niño cambió
por completo su vida, aquel hombre empezó a beber y maltrataba a su
madre, aunque a ellos no les tocaba. Pero dos años después pasó
algo que le cambió la vida por completo. Ella estaba limpiando el
salón cuando aquel hombre borracho se le acercó y empezó a
tocarla. Ella no sabía qué es lo que quería, pues tan solo tenía
cinco años, pero a pesar de ello se negó a que la tocara por debajo
de la ropa. Él, al ver la resistencia que ponía la niña, salió de
la habitación y durante ese día no le volvió a ver. Tuvo un mes de
tranquilidad, después todo fue a peor. Una noche, mientras dormían,
él fue a su habitación, la cogió del brazo y la llevó al baño.
Allí la desnudó y empezó a tocar por todo el cuerpo, ella se
negaba como podía. No entendía nada de lo que pasaba, tan solo
podía oler aquella peste a alcohol que ya era casi familiar. Él le
pegó un par de veces hasta que ella se dejó hacer. Cuando terminó
él se fue a su habitación dejándola tirada en el suelo, llorando y
doliéndole todo el cuerpo. Esa noche no durmió, tan solo se quedó
tumbada en su cama observando la puerta por si volvía a entrar a por
ella. Volvió otra vez la calma, que duró otro año, un año en el
que ella temía cada noche que entrara por la puerta y le volviera a
hacer aquello. Durante ese tiempo solo hubo gritos entre él y su
madre, peleas en las cuales todos los hermanos se metían en una
habitación con la puerta cerrada rogando que terminaran.
De sus ojos caían lágrimas, después de haber
recordado esos momentos se sentía con más ganas de cruzar la
frontera hacia ese mundo nuevo y lleno de más oportunidades. Aunque
ahora no sabía si lo que quería era conseguir un mundo mejor o
escapar de aquel hombre que durante tantos años la había
maltratado. Miraba a su alrededor ahora y podía observar aquel
desértico paisaje, a pesar de estar tan vacío sentía miedo. Temía
que él la hubiera seguido desde la casa, pues se había escapado.
Pasaba por su lado el río el cual con su sonido característico, se
acercó a beber agua pues estaba sedienta de aquel largo y caluroso
camino. Cuando estaba de rodillas frente al río miraba al fondo de
él, ahora sabía porque le llamaban el río Bravo. Se puso de pie y
volvió a retomar su camino, el camino hacia la esperanza.
Después de ese periodo de descanso, aquel hombre
entraba cada noche a por ella y la llevaba al baño para golpearla y
abusar de ella. Parecía que le gustaba que ella llorara más. Se
había convertido en parte de su vida las noches llorando en el baño
y el dolor en todo el cuerpo mientras aquel hombre la violaba,
saciaba sus necesidades con ella pues no tenía otro nombre. Durante
el tiempo que estaban en el baño el olor a tequila se intensificaba.
Así es como cogió odio al alcohol. Fueron años y años
aguantándolo, y tampoco se lo podía decir a nadie porque él la
amenazó con matarla. Así que hasta los trece años él estuvo
abusando de ella como le apetecía. Pero en cuanto tuvo su primera
regla los encuentros fueron a menos. Parecía que él tenía miedo de
que se pudiera quedar embarazada, y que así se dieran cuenta de
aquellas barbaridades.
Ella preguntó a sus hermanos, sin que se dieran cuenta,
para sacarles si a alguno le había pasado algo parecido, al parecer
le pasaba también a sus dos hermanas, la mayor con la que se llevaba
un año y la pequeña que tenía cuatro años. Entre las dos hermanas
mayores decidieron proteger a la pequeña para que no pudiera abusar
de ella como hizo con las dos. Se turnaron para tenerla con ellas en
la cama cada noche, así se evitarían que él se la llevara pues
siempre que cogía a alguna evitaba que los demás se enteraran. Fue
en una de esas noches, mientras tenía a su hermana pequeña
durmiendo entre sus brazos, cuando decidió salir de ese lugar a
buscar una vida mejor. Una vida en la que pudiera crecer sin tener
miedo cada noche de que él entrara por la puerta y abusara de ella
hasta casi la muerte.
Empezó a andar cada vez más deprisa ya que veía la
frontera a tan solo unos metros. Cuanto más se acercaba más lejos
parecía estar, pero corría más y más deprisa hasta llegar allí.
Echó un último vistazo a aquellas tierras en las que había
crecido, recordó a toda la familia que dejaba, pero las ganas de
sacarles adelante y librarles de todo el tormento que había pasado
hacía que aquel momento tuviera sentido.
No era la forma más correcta de pasar la frontera, pero
no tenía dinero suficiente para cruzarla de otra manera, así que
intentó saltar la alambrada como pudo. Durante algunos instantes
pensó que no podría llegar al otro lado pues era casi imposible de
subir. Cayó varias veces al suelo pero en su mente tan solo había
la idea de estar en el otro lado. El corazón se le aceleraba cada
vez más pues él también quería salir de ese lugar que tanto le
había torturado. La sangre corría con más fuerza por sus venas,
sus músculos se empezaban a sentir más débiles pues saltar la
valla requería de un gran esfuerzo físico. Sus ojos se habían
empezado a humedecer pues la idea de que nunca pasaría rondaba por
su mente. Cuando casi estaba por darse por vencida hizo un último
esfuerzo y consiguió saltar. Se desgarró un poco los brazos y las
piernas, pero aquello apenas le dolió en comparación con todo el
dolor que había soportado hasta entonces.
Por fin estaba en un país nuevo, lleno de oportunidades
y donde iba a iniciar su nueva y mejor vida. Tenía pensado enviar
poco a poco dinero a su familia y después ir trayendo a sus hermanos
para librarles de aquel hombre. Pero nunca podía haber sabido que
algo se iba a entrometer en su destino. De repente oyó un ruido
estridente y algo la golpeó en el pecho. Cayó al suelo, de
rodillas, como si fuera plomo, se tocó en el pecho donde le había
dado aquel objeto y cuando alejó la mano vio que estaba llena de
sangre. Giró su cabeza hacia donde había oído el disparo y vio a
un hombre con un arma en la mano y una sonrisa de satisfacción en la
cara. Aquel hombre se le acercó y le puso el arma en la cabeza. Ella
en ese momento cerró los ojos y cayeron lágrimas por su cara, no
lágrimas por lo que la estaba pasando, sino porque no iba a poder
dar una vida mejor a sus hermanos y librarles de aquel tormento.
Entonces otra vez se oyó un disparo, esta vez no sintió
dolor puesto que antes de que su cabeza cayera al suelo ella había
muerto. En el último instante que tuvo de vida recordó la cara de
su hermana pequeña cuando se alejó de aquello, y le vinieron a su
mente las palabras que le dijo: “yo te traeré esperanza desde el
otro lado de la frontera”. Lo que nunca sabría es que detrás de
la frontera hay hombres que matan los sueños solo por diversión.
Me ha gustado mucho tu relato, aunque un poco lioso está muy bien. Ánimo con eso de escribir que es más difícil de lo que parece desde fuera
ResponderEliminarPues si por el 2003 ya escribías así estoy deseando ver lo que nos puedes ofrecer 10 años después.
ResponderEliminar¡¡Sigue así!!