Nosotros marcamos nuestro destino con nuestras decisiones, y no podemos permitir que los miedos y las inseguridades nos impidan tomarlas. Solo tenemos una vida que vivir, y sé que ahora, a tus deciocho años, parece un mundo, pero no lo es. Y cuanto antes lo entiendas, antes empezarás a valorar con mayor intensidad cada segundo que se te ofrece. Nuestra existencia es demasiado limitada como para pasar la mitad de ella huyendo.
- Algún día - me dijo él con seriedad -, te dediques a lo que te dediques, y de verdad espero que no sea a esto - añadió con una amarga sonrisa -, comprenderás que no tienes nada que envidiar a tu hermanos y que puedes llegar tan lejos como te propongas sin ayuda de nadie.
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