19 de septiembre de 2012

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Momentos literarios: El juego de Ender








No necesitaban dinero. Necesitaban respeto, y espo podían ganárselo. Con falsos nombres en las redes adecuadas, podían ser cualquier persona. Ancianos, mujeres de mediana edad, cualquier persona, mientras tuvieran cuidado en la forma de escribir. Lo único que los demás podían ver eran sus palabras, sus ideas. En las redes, todos los ciudadanos comenzaban igual.



- Bienvenido a la raza humana. Nadie controla su propia vida, Ender. Lo más que puedes hacer es elegir ser controlado por personas buenas, por personas que te quieran.


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