Es muy fácil criticar en esta vida las injusticias que ha habido por las personas crueles que han tomado el control, y decir con más facilidad aun que menos mal que estamos libres de esas injusticias ahora.
Pero no es verdad, actualmente todo el mundo es un dictador en potencia, solo hace falta darle un mínimo de poder y podrá (y lo hará) manejar la realidad a su antojo. Si hay algo que no es de su agrado podrá eliminar esa parte y seguir inventando su mundo en el que no hay nada que le pueda hacer demostrar que es una persona cruel.
Ninguno aceptamos que seamos crueles, todos nos vemos como victimas. Víctimas de la sociedad, víctimas del mundo que nos rodea, pero lo que en realidad somos y no nos damos cuenta de ello es el ser víctimas de nosotros mismos.
Todos manejamos nuestra realidad para hacer que no haya nada por lo que se nos pueda tomar como una mala persona, eso jamás, somos una persona ejemplar: amigo de nuestros amigos, amable, comprensible, atenta, que sabe escuchar, ayudar y que nunca ha hecho nada en propio beneficio si con ello perjudica a los demás. Y si en el camino de nuestra vida hay un momento en el que todo eso no es verdad, se elimina lo relacionado con esa persona y listo.
No somos lo que nos ha pasado, no somos lo que nos ha hecho el mundo, somos simplemente el puzzle que hemos creado de eliminar de nuestra vida las piezas que demuestran nuestra maldad. Y si para poder eliminarlas hay que usar el poder que tengamos pues se usa, al fin y al cabo nos hace quedar como mejores personas porque no habrá nadie que pueda certificar lo contrario.
Y no solo ocurre con el poder. Denle a la persona desgraciada una vida mejor (una buena relación con una pareja) y se crecerá y ninguneará a quienes le rodean.
ResponderEliminarTriste, pero lo he vivido. Como observador.